INDUSTRIAL

El origen del Club Deportivo Industrial F.C.
Nació el Industrial un 18 de Enero de 1912, producto de la fusión entre los clubes Timermann, Pedro de Valdivia, Carrera y Bío- Bío.
Los componentes de estas cuatro instituciones, pertenecientes casi en su totalidad a un mismo barrio, comprendieron que, unidos todos bajo una misma bandera, podrían hacer mayor labor que separadamente.
Esta idea, estudiada serenamente y sin egoísmos ni ambiciones, muy luego se convirtió en realidad, y así como en la fecha indicada, ingresó a las lides
deportivas esta nueva institución; que con el correr del tiempo, habría de convertirse en unas de las más poderosas y fuertes de la ciudad.

Relato del Sr. Manuel Dávila, Primer presidente del Club Deportivo Industrial F.C.
El primer club que se formó fue el Pedro de Valdivia, en 1909, su primer presidente fue el Sr. José del C, Lazcano.
En aquellos años sólo le pegábamos al tejo, pues estimábamos que el fútbol era únicamente para los “gringos”, pero poco a poco, y entre conversa y conversa con los amigos, decidimos botarnos a gringos y formamos dos equipos, el primero que los cuales capitanié yo. Desgraciadamente muy luego nos dividimos y nació un nuevo Club, el Bío. Bío, las peloteras que se armaban con el bido. Bido, fuimos rivales en todo sentido, y nos repartíamos el mando del buque en el barrio, mientras desde la tornamesa hasta el sanatorio, nosotros éramos los “macanuditos”, ellos lo eran desde al sanatorio hacia abajo.
Nosotros, los pedrovaldivistas, usábamos pantalón blanco, blusa azul opaca, gorro blanco y una gran faja lacre terciada. Parecíamos payasos de circo. Practicábamos en la cancha de la avenida inglesa, en terrenos que nos cedía gratuitamente el recordado Doctor Sr. Tomás Sanhueza.

Nuestro primer match lo hicimos precisamente contra el Bío- Bío. En una cancha neutral, la del club hípico. Allá por la pampa. Después de rudo esfuerzo, ganamos por 2-0. En esa ocasión que fue memorable, actuaron los jugadores, Sebastían Muñoz, Juan Lazcano, Vicente Inzunza, Ruperto Díaz, Juan Zúñiga, José del Carmen Lazcano, José Manuel Dávila, Ricardo Vera, Esteban Fuentes, Bernardino Córdova, Eleuterio Muñoz y Manuel Dávila.
Como era difícil obtener zapatos y otros útiles indispensables, nos poníamos lo que podíamos para protegernos y también para infundir respeto, ya que en esos tiempos pesaba y valía más la fuerza bruta que la ciencia. Eso sí que, después de los partidos, venían los “cacheteos” y en ellos se olvidaban los sinsabores en la cancha.
Si, nos medimos con otros equipos como el Magallanes, que eran de la ciudad, es decir “chutes”, jugamos varias veces, jugamos igualmente, varios partidos, muy bravos con el Estrella Polar de Chiguayante.
Después pasó lo que tenía que pasar, vinieron otros más cabros a reemplazarnos, pero cuando se produjo la fusión, todos, viejos y jóvenes, pasamos a formar parte de nuestro Glorioso y querido Industrial.

Aporte: Rodolfo Baeza.